Coraje. Resiliencia. Trabajo duro. Servicio.

Esa es Raquel.

Hace solo unos años hice historia al convertirme en la primera empresa contratista propiedad de una mujer en construir un puente en el condado de Harris. Fue un momento que simbolizó todo por lo que había trabajado y todo lo que había superado. Pero mucho antes de ese logro, mi camino comenzó desde una perspectiva muy humilde: como hija de una madre joven, criada en un mundo de supervivencia, sabía que tendría que trabajar duro para romper estas cadenas generacionales de lucha.


Las raíces de mi familia se remontan a Karnes City, Texas, donde generaciones enteras trabajaron como recolectores de algodón hasta que mi abuelo rompió esa tradición al mudarse al East End de Houston. Veterano del Ejército de los Estados Unidos, Ranger de las Fuerzas Aerotransportadas y dos veces condecorado con el Corazón Púrpura, sentó las bases de un legado cimentado en la valentía, la perseverancia y la respuesta al llamado al servicio público.

 

Criado por una madre soltera trabajadora con tres trabajos, la fuerza, la fe y la resiliencia se convirtieron en fuerzas que me guiaron desde el principio. Tras perder a mi padre por adicción y enfermedad mental a los 11 años, mi enfoque se centró en crear oportunidades y romper los ciclos generacionales de pobreza. Ese impulso me llevó a fundar mi primer negocio a los 12 años: escribir música y actuar por Houston.

 

El camino continuó al convertirme en la primera de mi familia en obtener un título universitario de la Facultad de Negocios Bauer de la Universidad de Houston, a la vez que ayudaba a crecer una empresa de construcción que mi esposo y yo impulsamos con recursos propios y lanzamos durante la recesión de 2009. Esta empresa fue nombrada la empresa de más rápido crecimiento a seguir por la Universidad de Houston Cougar 100. Nuestra empresa ha contribuido a crear oportunidades para hombres y mujeres trabajadores del sector y ha construido algunos de los proyectos más destacados del área metropolitana de Houston.

 

Nuestro éxito nos trajo una vocación más profunda: contribuir. Nuestra familia fundó una organización sin fines de lucro para servir a jóvenes en riesgo y combatir el hambre estudiantil, lo que resultó en la entrega de más de un millón de comidas en toda el área metropolitana de Houston el año escolar pasado. Nuestro lema es: "Sé alguien. Sé el cambio. Sé el impacto".

 

Aun con esos esfuerzos, muchas comunidades siguen agobiadas por proyectos de mitigación de inundaciones inconclusos, el aumento de la delincuencia y los impuestos, y sistemas de respuesta ante desastres que fallan cuando más se necesitan. Con experiencia práctica en construcción, infraestructura y gestión de crisis, sé lo que significa un liderazgo eficaz. He firmado el anverso del cheque, no solo el reverso, y esa experiencia importa.


Esta no es una campaña basada en promesas, sino en la experiencia vivida. Tras años de servicio entre bastidores, es hora de aportar esa misma determinación, responsabilidad y capacidad para resolver problemas reales al servicio público. Represento a todas las familias que alguna vez fueron excluidas y aun así se presentaron. Ya hemos construido puentes antes. Ahora, estamos construyendo algo aún más grande: un futuro en el que el Condado de Harris pueda creer.